jueves, 20 de febrero de 2014

El Humedal de Tunquén

Este humedal es una laguna costera que presenta una alta biodiversidad de organismos, destacando la presencia de varias aves, más de 80 especies diferentes. Podemos observar entre los más destacados , los triles, el pajarito de siete colores, las becasinas, los patos reales entre otros. La presencia de anfibios muy particulares como el sapito de rulo, y el sapito de cuatro ojos. En la laguna podemos encontrar peces endémicos como el bagre y los pejerreyes. La flora de los alrededores de este humedal es muy singular destacando la presencia de lo liutos de arena, Alstroemeria hookerii, las añañucas Rodophiala advena, la Seillera radicans, entre otros.

Liliana Iturriaga
Equipo Coordinador Curso Biodiversidad y Conservación de Humedales

¿Sabías que en Tunquén no existe un estudio sobre Riesgo de Inundación? pese al evidente riesgo de inundación.

La Constitución dice que "Es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población", al tomar conocimiento del riesgo es irresponsable no tomar las medidas adecuadas, cientos, quizá miles de personas pueden ser afectadas. No puede autorizarse un proyecto inmobiliario en la explanada dunar de Tunquén sin que se realice en forma previa un estudio sobre Riesgo de Inundación. No basta que se señale hasta dónde llegan las más altas mareas, se debe resguardar la seguridad y la vida de la población, saber hasta dónde puede llegar una ola en caso de tsunami y cuáles son las vías de evacuación para la población.

La Explanada Dunar de Tunquén

La playa de Tunquén tiene una extensión aproximada de 2 km. de largo y un km. en su ancho más profundo hasta alcanzar los faldeos norte del lugar.

Cabe señalar que esta explanada dunar se encuentra sin intervención humana importante en el tiempo, existiendo además en su extremo norte un humedal producto de la acumulación de aguas del estero Casablanca debido a la barra de arena de playa y que contribuya a sostener un importante ecosistema que incluye flora y fauna de la mayor importancia ecológica, pero aun no reconocida por el Ministerio de Medio Ambiente.

En un contexto regional el sector de Tunquén se inscribe en un enclave de borde costero que  separa dos singulares sistemas de ocupación del borde costero; Uno al sur de Tunquén y el otro al Norte del mismo lugar.

En el PRENVAL (Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso) se denominan como “Satélite Borde Costero Sur” y corresponde a los territorios de las Comuna de Algarrobo, el Quisco, el Tabo, Cartagena y San Antonio de la Provincia de San Antonio y otro denominado “Satélite Borde Costero Norte” que incluye las Comunas de Puchuncaví, Zapallar, Papudo, La Ligua. En dicho sistema de Borde costero Norte se puede incluir Valparaíso (desde Quintay) Viña del Mar, Concón y Quintero.

Este singular enclave queda puesto así entre dos sistemas de ocupación del borde costero caracterizándose  en parte por la ocupación estacional de sus playas como balnearios por gentes de otras ciudades conformando un sistema relacionado como destino de descanso o distensión y donde el paseo entre unos y otros permite la diversidad de opciones enriqueciendo el tiempo dedicado al turismo de playa.

Esto dice de una voluntad de conquista del espacio costero dado en continuidad frente al mar y en torno a la naturaleza que la respalda. Mar y vegetación son los elementos que caracterizan el desarrollo de este borde con sus playas, bosques y humedales.

Sin embargo Tunquén queda en una situación de exclusión entre ambos sistemas permaneciendo más bien en una suerte de ocultamiento respecto de este sistema continuo de playas, balnearios y ciudades que conforman el litoral central..

La actual ocupación de Tunquén no se da a partir de la playa o el mar como el resto de las ciudades o balnearios, sino que desde la meseta de sus cerros entre los bosques o acantilados, es decir poniéndose a distancia de su borde marítimo. Este modo de ocupación sugiere una ocupación distante manteniendo el concepto de co-propiedad de la vega dunar  poniendo acento en lo que es la mirada en-común del lugar como valor paisajístico.

De allí que los elementos o eventos que ocurren en lo que le es lo común de la vega como el humedal, el trazado del nuevo camino, acciones de extracción de áridos entre otros constituyen elementos que están presentes en sus habitantes y es su preocupación colectiva.

Pero los terrenos de la plataforma dunar son de propiedad de particulares, por tanto no es factible pedir a ellos no hacer nada para beneficio de otros o dejar todo como está y mantener su paisaje actual.

Tampoco procedería congelar su acción ya que existen instrumentos como el plan intercomunal que permiten ser intervenidos con proyectos inmobiliarios.

Sin embargo podemos afirmar que dichos terrenos, en una perspectiva arquitectónica, están a la espera de una destinación. Para ello es necesario que desde un primer momento se establezca un “Nombre” que defina y pueda develar su destino único. La designación de un nombre primigenio que devele el destino del lugar por los arquitectos y por la comunidad toda - es una tarea pendiente -. Lo que en definitiva permitirá desarrollar las nuevas intervenciones con una visión única.

Tunquén carece de un espacio público que le otorgue una calidad urbana. Sin la construcción de un espacio público que acoja a la comunidad toda no será posible pretender un desarrollo armónico entre el entorno y sus ciudadanos. Es fundamental establecer en este lugar disposiciones y condiciones para hacer del espacio público un sistema susceptible de ser recorrido a través de sus principales componentes: Areas verdes o libres, Areas de interés ecológico y sistema vial, en su calidad de Bienes Nacionales de uso Público.

Como afirmación podemos establecer que se trata de un lugar natural que no ha sido ocupado previamente, ni con caletas, poblados o usos agrícolas, existiendo solamente vestigios de usos temporales por pueblos indígenas, o por grupos religiosos en campamentos o grupos hippies en alguna época reciente.

Cabe recordar que en los últimos años una nueva forma de ocupación del suelo natural se ha venido desarrollando en el borde costero a nivel nacional. Se trata de lugares de distención o resort, que se instalan en ciertos lugares con valor paisajístico y en lugares distantes con una relación directa con el medio natural y desconecto de la ciudad evitando la construcción del espacio público necesario para el desarrollo del espacio urbano, situación que eventualmente podría darse en Tunquén.

Humberto Lucero Boisier
Arquitecto P.U.C.V.